lunes, 13 de enero de 2020
MICRORRELATOS
-GAP
-"Sé el ejemplo que quieres ver en el mundo". HCL
- " Ya he dejado de ser esa oveja que sigue al pastor, aunque tampoco soy el pastor. Más bien, soy la oveja negra, no encaja, pero se queda. Soy Alex (Alexia), te guste o no." PCP
-"Era un día lluvioso, estaba mirando por la ventana con un café en la mano. Y de repente la vi. Quise saludarla pero no me salían las palabras. Quizá no era el momento."RCG
-" Al astronauta le pidió que trajera la luna pero en vez de eso le trajo una estrella."ACL
-"Estaban en aquel poblado. Cuando una noche se dieron cuenta de que alguien faltaba. Le asesinaron sin que nadie se inmutase. " ADG
-"Cuando Candela entró a la habitación se quedó petrificada al ver a su hermano en tal estado. Se esperaba de todo menos eso. No se movió ni dijo nada. Solamente se quedó ahí observando. Pero Candela sabía una cosa y es que nadie la iba a sacar de ahí." IFC
-DGP
-"Hay cosas que no cambian, nosotros sí, así entendí, la lógica de vivir.
También me di cuenta que hasta a lo que más quieres, se puede ir, se puede morir.
No volverán, hay cosas que no cambian, pero nosotros sí. "HGF
-EGC
- " El mundo se acaba y nosotros lo destruimos mientras nos sentamos en el sofá a ver en la tele imágenes catastróficas que no nos afectan."AHC
-" Yo era un chico muy pobre. Tenía que mendigar todo el rato para poder vivir y un día ya cansado de esto tiré todos mis deseos a una fuente para tener todo el dinero." JLF
- "Hoy día 13 de enero estoy en el instituto y ha habido un asesinato. Todavía no se sabe quién es. Se ha estado investigando por todas las clases, pero ¡nadie aparece! Después de lo transcurrido se supo que era IF de 2ºBESO." LLM
-" Se llamaban María y Julia y eran muy buenas amigas. Un día quedaron para ir al cine y después de aquella tarde nadie las volvió a ver." CLT
-" Me alejé de los pensamientos y me caí en un sueño." EPM
-" Tú eres el sol que se eleva todos los días y que cae todas las noches." NPV
-"-¿Y si...? ¿lo intentamos?
- Pero...¿y si sale mal?
- Tienes que saber una cosa.
- ¿Dime?
-Si no arriesgas jamás ganarás ¡Vamos a intentarlo!" PPA
-" Luka Doçic era muy muy bueno jugando y el Madrid le fichó muy rápido." PRP
- " De lo que te digan no te creas nada, de lo que veas créete solo la mitad." MRM
- " Su rostro estaba formado por ojos color esmeralda y cabellos oscuros cual azabache, sus labios te hacían olvidar lo malo y sus pecas eran como estrellas en el cielo." DRS
-" Me llamó Jess. Hoy es viernes 13. Hoy me he quedado encerrada en el baño del instituto, me tiraron un batido de chocolate encima en la cafetería, al llegar a casa a mi padre le han despedido del trabajo y mi gato se ha escapado de casa que mala suerte, ¿no? Ni siquiera me han felicitado..." DSC
-" Pesadilla
Se despertó sobresaltada, angustiada, asustada, aterrorizada.
Por suerte, había despertado de la pesadilla.
Pero su pesadilla seguía roncando a su lado." MTM
-" Cuando llegué comprendí que era el primer hombre que pisaba ese lugar desde hace mucho, mucho tiempo." TBM
viernes, 10 de enero de 2020
Renacer
Notaba
mi piel pálida y fría en contacto con el cristal de la ventana por
la que a través se apreciaba un paisaje húmedo y gris. Mi cabeza
estaba ladeada, de forma que reposaba sobre el hombro derecho, y mis
piernas, recogidas por mis brazos con poco esfuerzo. Sentía cada
escalofrío por la espalda que hacía que el vello se me pusiese de
punta y los músculos se tensaran. Mi mente andaba perdida por algún
lugar de mi cabeza sin prestar atención a lo que ocurría
exteriormente de mis pensamientos. Sinceramente me hallaba perdida,
no solo en mi cabeza, si no que en el mundo también. Había dejado
de experimentar la felicidad, pues ya no me gustaba, prefería la
soledad y la tranquilidad antes que el desorden y los cambios
egocéntricos de ese sentimiento, que te hacía ilusiones
innecesarias que luego conllevan a la decepción, además te ciega de
los problemas reales y te guía una senda que crees que es la
correcta; la felicidad está muy bien durante un tiempo pero cuando
se acaba, ese sentimiento no te acompaña en la miseria .En cambio la
soledad está siempre, y tú la controlas no tu corazón o cualquiera
de las personas de tu alrededor, te ayuda a pensar y a desconectar
de todo, por eso odio la felicidad y amo la soledad por estar ahí
siempre.
Al
igual que antes era débil y odiaba estar sola; ahora soy más fuerte
he aprendido a sobrevivir debajo de una tormenta de rechazo y un río
de desgracias.
Pero
sin embargo ya no sé quién soy ni en que realidad estoy, perdí la
noción del tiempo hace mucho y tampoco me conozco a mí misma.
En
ese momento salí de mi habitación para respirar aire de verdad y
recorrí durante bastante rato la acera, de pronto me paré y levanté
la cabeza me quedé observando un columpio viejo de un antiguo
parque, estuve a punto de seguir mi trayecto pero algo me decía que
esperase; una memoria consiguió salir de capas de oscuridad
iluminándome. Ese era el columpio donde monté por primera vez y me
visualicé a mí misma riéndome mientras que mi madre me columpiaba,
de repente un poco de nostalgia me atrapó durante segundos, por
primera vez sentí la necesidad de tener a mi madre cerca como lo
había hecho antes de una discusión que acabó con nuestra
comunicación por completo. Seguí andando dubitativa pero rechacé
la opción de hablarle siquiera una palabra por el hecho de que mi
cabeza estaba sumida en odio.
También
me paré al cabo de un tiempo andando con mi mente en blanco, esta
vez el recuerdo me iluminó un poco más. Solo vi un banco y traté
de averiguar lo que mi mente intentaba decirme, esta vez estaba más
crecida creo que andaba por los ocho años y como anteriormente
estaba yo con...Mi antigua mejor amiga Henar, no pude contenerme y
comencé a llorar sin parar recordando que también en mí se había
esfumado la amistad y comprobé lo mucho que la necesitaba.
Después
continué mi ruta y para despejar la mente de la asquerosa nostalgia
que en serio la odiaba porque te empalagaba opté por poner un poco
de música, pero al poco tiempo de oírla otro recuerdo más fuerte
me trasladó a una habitación desordenada en la que se escuchaba la
melodía que había puesto antes a todo volumen, otra vez yo aunque
con dieciséis creo recordar acompañada de un chico más o menos de
la misma edad que yo nos lo estábamos pasando realmente bien
haciendo bromas, era mi ex novio James; recapacité y sí era
nuestro aniversario y también nuestra canción, añoraba mucho el
amor y también ser amada lo reconocí y sentí una punzada de pena
pero también de culpabilidad.
Estaba
finalizando mi camino de vuelta a casa entretenida con cualquier cosa
que no trajese la memoria que me temía que apareciese, pero nada
consiguió apartarme de aquella semana que he tratado de olvidar
durante mucho tiempo.
En ese momento estaba yo misma enfrentándome conmigo pero la parte
del recuerdo ganó y sobre mis ojos ya no estaba la acera. La memoria
me envolvió como una capa fina de la que por más que agitaba los
brazos no conseguía ver lo que de verdad me rodeaba, esta vez no
tenía escapatoria.
Mi
cerebro de algún modo me trasladó viendo como si fuera una persona
de fuera pero que no afectaba ni lo más mínimo a la escena aunque
gritara o me moviese.
La
primera escena fue por la mañana cuando, como creía recordar, me
desperté por unos gritos que procedían de la planta de abajo, era
sábado y, por lo tanto, no me había despertado con la habitual
alarma de las siete de la mañana. Bajé después de lavarme la cara
lo más rápido que pude para bajar las escaleras y ver qué era lo
que pasaba.
Mi
madre y mi padre estaban enfrentados con cara de pocos amigos
discutiendo el uno con el otro a voces. Mi hermana, más mayor que
yo, estaba tratando de calmarlos pero no funcionó, igualmente no se
rindió hasta que mamá la gritó que se fuera a hacer algo útil de
una vez o si no la echaría de casa ( Para que os situéis, ella
estaba haciendo un máster de estética pero siempre le quedaba una
asignatura, y no es que no se esforzara yo la veía sobre la mesa de
estudio concentrada hasta la una de la mañana por lo menos, y mis
padres estaban enojados por pagarle una y otra vez lo mismo).
Lo
peor fue cuando llegué y me quedé pálida delante de ellos sin
saber que decir, pero tardaron pocos segundos en decir que se iban a
divorciar.
Vi
como mi cara sostenía un nudo en la garganta de tristeza y rabia a
la vez que mis ojos se llenaban de lágrimas, mi mente se quedó en
blanco y corrí hacia mi habitación, cerré la puerta de un golpe y
me senté en la cama angustiada, nerviosa, enfadada, triste…. una
mezcla de muchas emociones juntas. No salí de la cama en todo el día
hasta la hora de cenar, cuando oí que algo con ruedas golpeaba las
escaleras. Era mi padre, con maleta en mano se dirigió a la puerta y
se despidió aunque al final me tuve que ir a vivir con él.
En
ese momento me di cuenta de cuando perdí la necesidad o el afecto a
la familia, y contemplé como mi corazón se iba marchitando.
Al
día siguiente de aquella semana me mudé junto a mi padre hacia otra
casa por lo tanto mi hermana se quedó con mi madre; lo peor de todo
es que me cambiaron de colegio y a mí por aquel entonces no se me
daba bien relacionarme.
El
primer día de clase fue horrible no tenía sitio para sentarme en la
cafetería así que comí en el baño haciéndome compañía a mí
misma. Pensé que era demasiado tímida para sentarme con los
populares, demasiado friki para sentarme con los normales y no
llegaba a ese punto de rareza que tenía el grupo de tan baja
reputación.
Básicamente
no encajaba, era como si yo fuese la última pieza de un puzle que ya
estaba terminado; no obstante. al segundo día intenté hacer un
esfuerzo por hacer amigos pero no terminó nada bien. En primer lugar
porque unas chicas animadoras se acercaron a mí fingiendo que quería
ser mis amigas, las creí y cuando pasó un grupo normal pusieron
cara de asco, las imité pero luego se olvidaron de mí durante el
resto de los días. También me acerqué al grupo que como dije
anteriormente puse cara de asco, y como no, me rechazaron porque
creían que era una de esas egoístas, mimadas y repugnantes
animadoras. Como si no hubiese sido suficiente después intenté
llamar a una de las dos chicas que me saludaron el segundo día, ya
sabéis las que me hicieron fingir odiar al otro grupo, yo en
realidad no me quería juntar con ese tipo de personas pero lo hice
porque no tenía otra opción ni otros amigos, el dicho “es mejor
estar solo que mal acompañado” no lo conocía. Estos también me
rechazaron porque había hablado con el grupo al que ellos llamaban
tabú porque se odiaban mucho y no estaban “a su altura”. Terminé
muy mal y los días siguientes no me pudo ir más mal porque me
hacían burlas y bromas pesadas que no me gustaban en absoluto.
Me
sentía inútil, y ahí también me di cuenta de cómo iba perdiendo
el contacto con el mundo exterior y como construía en mi mente mi
propio mundo; en resumen autosuficiente. Además como estaba harta de
que me tratasen así me volví más dura y dejé a un lado la
inocencia, no era una “bully” pero tampoco la niña indefensa.
Como
ya sabía que el último hecho me iba a dejar destrozada intente
cerrar los ojos pero no sirvió de nada resistirme.
Era
domingo, volvía a casa de mi madre para pasar el día y cuando las
miradas de mis padres se cruzaron noté que sentían nostalgia el uno
por el otro pero lo ocultaron, no dijeron nada.
Volví
a ver a mis amigos que me propusieron salir de fiesta por la tarde y
acepté para despejarme un poco de todo lo que me había ocurrido.
Opté por no contarles nada y fingir que todo me iba genial para no
alterarles. En la fiesta me lo pasé muy bien, hacía semanas que no
disfrutaba tanto ni pensaba si me iban a rechazar, o a dejar sola, o
a tirarme las cosas…..fue como vivir en una nube durante una tarde
entera sin preocupaciones. Ya era por la noche cuando decidimos
volver a casa y todas las cosas que había olvidado regresaron a mi
mente entristeciéndome;
no pude evitar adelantar a mis amigos unos cuantos metros para
ocultarles mi rostro depresivo. Estábamos andando por el borde de la
carretera y mi mejor amiga se percató de que algo estaba mal
conmigo, me preguntó varias veces y todas las negué porque me
avergonzaba de mi misma por lo que me había pasado; me llegué a
enfadar al cabo de un rato y tal fue mi enojo que sin pensar la
empujé hacia la carretera muy fuerte, supongo que estaba enfadada
con todo que toda la tensión la solté en ese indeseable empujón.
Acto seguido avanzó lo suficiente como para colocarse en medio de
uno de los carriles y un coche a toda velocidad la atropelló
mientras que sus labios gritaban pero sus ojos expresaban: “porque
me haces esto”. No tuve tiempo de salvarla y después del atropello
no podía creerme lo que había hecho ni porque, me senté junto a
ella del que manaba de varias heridas un hilo de sangre y sus últimas
palabras fueron: “solo quería ayudarte, te quiero “. Yo la cogí
de la mano y la llevé hacia el carril por el que habíamos andado,
puse mi cabeza contra su pecho y la dije “lo siento, lo siento, lo
siento…..” mi cabeza intentaba buscar una explicación a lo que
había pasado pero mi corazón me dijo “ acabas de matar a la única
persona que te amaba lo suficiente como para dar la vida por ti”;
lloré, lloré muchísimo a su lado, mis otros amigos avisaron a la
policía y me marginaron por haber matado a alguien, me llamaban
asesina y yo también lo hacía.
Actualmente
han pasado cinco años de aquel paseo memorable que me recordó cómo
y por qué
era yo así; en cuanto llegué a mi casa me puse a llorar sola y
comprendí las disculpas que le debía a la gente y lo mucho que
añoraba todo lo que había perdido. Hasta ahora me he esforzado
muchísimo por cambiar y lo he conseguido, pasé de tenerlo todo a
nada y de nada a todo lo que me importa. Si detrás de esta pantalla
hay algún lector que se encuentra como yo hacía tiempo, ponte manos
a la obra, cambia, se
tú
mismo, amate,
cuídate, aprecia lo que posees y nunca digas nunca porque
sé que tú
puedes, no es fácil pero te crees que yo lo encontré sencillo.
Encontré una luz de esperanza en un hoyo profundo de autoodio
y desesperación ¿A qué esperas?
G.G
Negro océano
Todo
está oscuro, salvo una tenue luz.
Es
la única luz en ese océano de color negro. Alguna vez, han
aparecido otras luces, fugaces, cargadas de falsas esperanzas. Pero
siempre desaparecen, al instante.
Mas
las luces rojas la perseguían sin descanso. Apagaron el resto de
luces hasta que no quedaron. La quitaron todo, solo quedó esa pobre
luz, en ese negro océano de soledad.
Sanny
aguantó todo lo que pudo. Pero todo tiene un fin. Explotó, cayó.
Su negro océano de soledad aparecía en sus sueños, no la dejaba
descansar.
De
repente, de ese negro océano surgió una luz, más fuerte que
cualquier otra que hubiera habido o habrá. Compartió su luz su
amistad. Las luces rojas volvieron. Pero aquella tenue luz del
principio no era la misma que esta, fuerte, rebosante de energía.
No
había quien la apagara.
PCP
Un día en el safari
Un
día en el safari.
Hola,
me llamo Ángela. ¿Alguna vez habéis pensado en que ir al safari
sería la mejor opción para una tarde de verano? Para que os
orientéis un poco, os voy contar mi experiencia.
Era
una tarde en la aldea del fresno. Hacía un calor que se podía freír
un huevo en el capó del coche, claro, que era agosto. En esta
excursión íbamos mi tío Carlos, mi tía Paloma, mi prima Aída,
todavía bebé, mi prima Melody, mi hermana Charo, mi padre Antonio y
mi madre Conchita. Como no entrábamos todos en un solo coche, nos
dividimos en dos. Mi tía, mi tío, mis dos primas, mi hermana y yo,
íbamos en un coche (el único que tenía aire acondicionado) y mis
padres en otro. Bueno, ya que estamos bien situados, empecemos la
historia.
Nos
habían advertido que ni abriéramos las ventanas, ni saliéramos del
coche ni tocáramos el claxon. Ahora lo entiendo, yo que lo único
que quería era tocar a los animales. Empezamos bien, hacía calor,
pero veíamos a los animales. Nos paramos a ver a un león. ¡Era
gigante! De repente, se dio la vuelta, enseñándonos su enorme culo.
Y así, sin avisar ni nada, ¡se meó en toda la luna de nuestro
coche! Por lo menos, descubrimos que los leones mean hacia atrás.
Recomendación; si ves un león y te quieres esconder detrás de él
para que no te vea, no lo hagas.
Los
monos estaban muy traviesos. Se subían al coche, pero no era solo
que se subieran, era que rompían el limpiaparabrisas, los espejos
retrovisores o las antenas. Mi tío, viendo lo que los monos hacían,
aceleraba el coche, con los monos encima, y frenaba de golpe,
haciendo volar a los sorprendidos monos. Uno de ellos, supongo que
para vengarse, se sentó en la luna y empezó a cagarse. Después,
cogió la mierda y la restregó por todo el cristal. Se quedó bien a
gusto.
Nos
paramos a ver las llamas. Mi tío, haciendo caso omiso a las
advertencias, bajó la ventanilla y asomó la cabeza. La llama,
diciéndole que no se saltara las normas (a su manera claro), le
escupió en la cara. Carlos, enfadado, la golpeó y dijo:
-¡A
ver si te atreves a escupirme otra vez!
Dicho
esto, cerró la ventanilla y nos fuimos a ver a los rinocerontes. No
os imagináis lo que allí nos ocurrió.
-Y
recordad bien esto- había dicho el guardia de seguridad- si veis a
alguien parado, le preguntáis si necesita ayuda o venís con el otro
coche hasta el final del camino, donde estaremos alguno de vosotros,
¿de acuerdo?
Estábamos
por la zona de los rinocerontes, estaban dormidos en la sombra.
Parecían inofensivos. De repente, el aire acondicionado paró de
funcionar, pero mi tío seguía conduciendo, ya que no se podía
parar. Sin embargo, yo que tenía a mis primas una a cada lado…
Aída empezó a llorar y Melody, desde el otro lado, la gritaba que
parase, hasta que, como yo me esperaba, acabaron pegándose con migo
en el medio. Mi hermana me ignoraba, como si fuera problema suyo,
pero mi tía se dispuso a mandarnos para cuando el coche frenó.
Todos paramos de hacer lo que estábamos haciendo para ver qué le
sucedía a Carlos. Pasaron unos segundos, y mi tío no conseguía
arrancar el coche. Pero lo que sí consiguió, era hacer que la
bocina sonara sin parar, era un ruido muy molesto. Carlos dijo que el
problema vendría del motor, pero no podíamos salir del coche. Ya
tenía en la mano el pomo de la puerta cuando un coche se paró al
lado del nuestro.
Una
señora con un tupé gigante, bajó la ventanilla y asomó la cabeza.
Un mono que tenía en el espejo retrovisor, justo en cuanto esta
salió para preguntarnos si nos pasaba algo, le arrancó el flequillo
de golpe. Después, la señora abrió la puerta para devolvérsela al
mono, cuando este y otros más se metieron en su coche. Pero nuestras
miradas se fijaron en otro problema, mucho más peligroso.
Los
rinocerontes estaban despiertos. Se habían levantado y no parecían
contentos. De hecho, estaban empezando a mover sus patas y parecía
que echaran humo por la boca y la nariz. Mis padres, muy preocupados,
colocaron su coche entre el nuestro y los rinocerontes.
La
señora cerró la puerta de su coche, con los monos dentro y se
dirigió a la salida. Al cabo de unos minutos, un guardia de
seguridad apareció y nos arregló el coche. Los rinocerontes pararon
de asustarnos en cuanto el ruido paró. Lo que seguíamos sin tener
era aire acondicionado.
Nosotros
seguimos avanzando, pasando por un estanque con patos. Mi tío,
hambriento de todo el día, pensó que llevarnos un pato para cenar
no sería mala idea. Así que cada vez que pasábamos al lado de un
pato, bajaba la ventanilla e intentaba cogerlo. ¡Pero no veas como
corrían los patos! Parecía que no era el primero al que se le
ocurría la idea del pato para cenar.
Bueno,
espero que esto os haya podido guiar un poco para decidir si vais al
safari o no. O si vais, que allí tengan sus propios coches. En fin,
ahora lo recordamos como algo gracioso, pero en su día no lo fue,
para nada.
PCP
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